Las circunstancias y el individuo

En otro tiempo se consideraba a ciertos animales como naturalmente violentos, indomesticables. Y ciertamente lo son, en estado salvaje. En su ambiente natural es común que estos animales sean agredidos por otros y por tanto se encuentren a la defensiva. Siempre atentos al entorno y sus constantes peligros.


Sin embargo hay muchos ejemplos que demuestran cómo incluso los animales más agresivos pueden llegar a convivir con otras especies, incluyendo al hombre. En las circunstancias correctas animales como leones, osos y leopardos han demostrado claras muestras de afecto hacia sus cuidadores.






Cuales son las circunstancias que hacen estas convivencias posibles? Las que podríamos mencionar como ciertas independientemente de que existan otros factores extra son las siguientes:
  • La plena satisfacción de sus necesidades básicas: alimento, agua y refugio.
  • Un constante respeto mutuo, con límites claros, mismo que requiere una inversión de tiempo considerable.
  • Un trato entendido como afecto (lo cual no es sencillo dado que algunos animales consideran morder a sus símiles como parte del acto de jugar).
Estos elementos pueden hacer posible la convivencia entre especies distintas. Curiosamente las circunstancias adversas pueden convertir a un animal o una persona en un ser violento. Cuando una persona o un ser vivo (o al menos uno con un sistema límbico suficientemente desarrollado) carece gravemente en alguno de estos tres elementos puede derivar en un comportamiento violento. Ya sea por hambre, enfermedad, agresiones constantes, aislamiento o varias de estas.


"Añadamos que parece ser que ningún animal hace espontáneamente la guerra al hombre, salvo en caso de propia defensa o de un hambre extrema, ni manifiesta contra él esas violentas antipatías que parecen anunciar que una especie ha sido destinada por la naturaleza a servir de pasto a las otras."
- Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres. Rousseau.
La pobreza empuja a un sinnúmero de personas a cometer asaltos con el fin de subsistir. Tanto para poder comer como para superar una costosa enfermedad. Miles de personas son empujadas a las calles cada año en el mundo y terminan recurriendo al robo y el asalto como medida de supervivencia. Estos caerían en la primera categoría. Aunque claro, un gran número de asaltantes lo hacen para tener más dinero, para ser ostentosos y satisfacer su maltratado ego. Estos últimos caerían mas bien en la categoría de los aislados o carentes de auténtico afecto. En esta tercera categoría también podríamos agregar a los denominado "crímenes pasionales", actos derivados de los celos y una exacerbada inseguridad.


"De este modo, no es necesario hacer del hombre un filósofo antes de hacer de él un hombre. Sus deberes hacia sus semejantes no le son dictados únicamente por las tardías lecciones de la sabiduría, y mientras no resista a los íntimos impulsos de la conmiseración, nunca hará mal alguno a otro hombre, ni aún a cualquier ser sensible, salvo el legítimo caso en que, hallándose comprometida su propia conservación, se vea forzado a darse a sí mismo la preferencia."
- Discurso sobre el orígen de la desigualdad entre los hombres. Rousseau.
En nuestras sobrepobladas sociedades modernas podemos encontrar muchos casos de crímenes violentos causados por roces sociales. Hay casos de personas que terminan matándose tras discusiones acaloradas. Hemos llegado al punto en que las personas llegan a agredirse, en ocasiones con fatales consecuencias, por cuestiones como el ruido, el tráfico, el estrés laboral o hasta por disputas por el estacionamiento.

Si encontráramos la forma de satisfacer de manera amplia estas tres necesidades humanas (sustento, respeto, afecto) podríamos evitar una cantidad enorme de actos violentos. Una persona que carece de estos tiene el potencial de cometer un acto violento.

Entradas populares de este blog

Trampa para monos