El budismo y la ciencia

El budismo y la ciencia no están peleados. Y es que una de las cosas que predica el budismo es precisamente que el creer en algo que no es demostrablemente verdadero solo puede acarrear pensamientos y acciones equivocadas. Que las opiniones y los pensamientos equivocados nos empujan a actuar de manera incorrecta. Y que el actuar de éste modo suele producir frustración y sufrimiento en nosotros y en los seres con quienes convivimos.

El budismo invita a sus practicantes a:
  • Opinar de manera correcta.
El budismo, a diferencia de otros dogmas religiosos o escuelas filosóficas, no admite proposiciones cuya verdad no pueda verificarse. No acepta pensamientos o creencias sobrenaturales.
Las opiniones incorrectas pueden ser causadas por falta de conocimiento o por una inmadurez autoimpuesta que bloquea la liberación mental. La inmadurez autoimpuesta está conformada por las creencias que hemos adoptado voluntariamente o involuntariamente a través de terceros.
El gran problema de las opiniones incorrectas es que, al no poder reconocerlas como tales, el creyente las hace hechos incontrovertibles que no aceptan discusión.
  • Pensar de manera correcta.
Los tres constituyentes del correcto pensamiento, según el budismo pali son:
    • La liberación de la codicia, la liberación de los deseos sensuales.
    • La benevolencia, la ausencia de sentimientos de odio.
    • La eliminación de los deseos de agresión y daño a los seres vivos.
  • Actuar de manera correcta.
El budismo establece ciertas prácticas para el comportamiento social. Éstas prácticas deberán manifestar externamente nuestra sabiduría interna. Algunas de éstas prácticas son:

    • La abstención del lenguaje falso
    • La abstención del lenguaje malintencionado
    • La abstención de matar
    • La abstención de robar
    • La abstención de la conducta impropia con respecto a los placares sensuales


Hasta ahora, de lo poco que hemos mencionado del budismo, no hemos hablado de nada mágico o misterioso. No hemos hablado de deidades o seres místicos, ni recompensas después de la vida. Y es que todas esas cosas son no sólo innecesarias, sino que además se contradicen con el budismo. El budismo, tal fue descrito por Siddhartha Gotama (buda) no acepta la creencia en dioses u otros seres inmateriales. Tampoco acepta la concepción del alma como una entidad permanente que trasciende a la materia.

El budismo en su núcleo es pragmático, está pensado para ser llevado a la práctica. Es de la práctica del mismo que nacen las recompensas para el budista, pero no en otras vidas sino en la presente. No sólo para él, sino también para quienes le rodean.

Albert Einstein comentó alguna vez:


»La religión del futuro será una religión cósmica. Deberá trascender la idea de un Dios que existe como persona y evitar el dogma y la teología. Abarcando tanto lo natural como lo espiritual, deberá fundarse en un sentido religioso nacido de la experiencia de todas las cosas, naturales y espirituales, consideradas un conjunto con sentido. El Budismo corresponde a esta descripción. Si existe una religión que podría estar en concordancia con los imperativos de la ciencia moderna, esa religión es el Budismo.
El Budismo tiene las características de lo que cabría esperar para una religión cósmica del futuro: trasciende un Dios personal, evita los dogmas y la teología; abarca tanto lo natural como lo espiritual y se basa en un sentido religioso que surge de la experiencia de todas las cosas, naturales y espirituales, como una unidad significativa


Ahora, el que lo haya dicho Einstein no lo hace una verdad, es sólo una opinión. No por ser uno de los científicos más reconocidos del mundo quiera decir que su anterior comentario es irrefutable. No, no lo és. Es difícil no caer en opiniones. nadie posee toda la verdad. La verdad con la que hablamos esta siempre sujeta a nuestro nivel de madurez mental... a nuestro nivel de madurez mental!

La ciencia busca la verdad. El budismo reconoce que pensar, creer o actuar de forma contraria a la verdad es la causa del sufrimiento y, por tanto, conviene evitar dichas prácticas.

Fuente: Estrada, Gustavo. Hacia el Buda desde Occidente.

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