Citando a Denise Dresser en su último libro,
El País de Uno:
"Yo creo en el poder de llamar a las cosas por su nombre. De descubrir la verdad aunque haya tanto empeñados en esconderla. De decirle a los corruptos que lo han sido; de decirle a los rapaces que deberían dejar de serlo; de decirle a quienes han gobernado mal a México que no tienen derecho a seguir haciéndolo. Yo creo en la obligación ciudadana de vivir en la indignación permanente: criticando, denunciando, proponiendo, sacudiendo. Porque los buenos gobiernos se construyen con base en buenos ciudadanos y sólo los inconformes lo son. La insatisfacción lleva a la participación; el enojo, a la contribución; el malestar hacia el status quo, a la necesidad de cambiarlo.
Yo creo que las personas comunes y corrientes pueden lograr cosas extraordinarias. Ida Tarbell, confrontando el monopolio de Standard Oil y fundando un movimiento progresista para desmantelarlo. Rosa Parks, rehusándose a ceder su asiento a un hombre blanco e inaugurando la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Jody Williams, iniciando una campaña global contra los campos minados desde una oficina con seis personas y ganando el Premio Nobel de la Paz por ello. Todos, fundadores de comunidades proféticas donde los hombres y las mujeres se vuelven aquello que deberían de ser. Personas de conciencia, con el corazón entero."
Gracias @ziljer por el libro tan maravilloso que me haz regalado :)