Mente Inconforme

La felicidad es una ventaja, te da el entusiasmo y la energía que necesitas para lograr cualquier cosa que te propongas. Si utilizas esa energía para lograr cosas que te den más felicidad pronto te encontrarás metido en un círculo virtuoso del que no querrás salir. Invierte la felicidad en producir más felicidad. Necesitas ser feliz hoy y todos los días. La felicidad es una ventaja porque te ayuda a lograr la vida que deseas. Alimenta tu felicidad todos los días. Pero asegúrate de alimentarla adecuadamente. El alcohol y algunas drogas pueden dar una falsa sensación de felicidad. Lo que producen una vez acabados sus efectos son los contrarios: malestar físico y mental. Están también quienes compran por placer y viven atormentados por las deudas. Alimentar la felicidad con comida es una de las prácticas más comunes. Hacerlo así está bien siempre y cuando no se haga con exceso. Por fortuna es fácil saber cuando te estás excediendo; tu cintura es mas ancha y tu peso exc...

"Si te concentrases en las cosas adecuadas, la existencia dejaría de parecerte el resultado de diversos acontecimientos externos y se convertiría en un producto de tu propia creación; no una sucesión de accidentes, sino una obra de arte." –Winifred Gallagher. Atención Plena.  Image by:  Simon_K  ( licence )

¿Para que es todo éste tiempo libre? ¿Te lo has preguntado alguna vez? "Haz algo hoy que tu futuro yo te agradecerá" El tiempo libre que tenemos, y con el cuál a veces no sabemos que hacer, es sumamente valioso. El propósito del tiempo libre es para construirte la vida que deseas. No es inverosímil pensar que puedes ser millonario si dedicas una o dos horas diarias a leer sobre finanzas. Lo que sí es una locura es pensar que en algún momento serás millonario si no das un pequeño paso hoy, y todos los días, para llegar a esa meta. Como verás, puedes permitirte soñar en grande. Pero entonces te preguntas ¿Por qué tantas otras personas lo han hecho y no han logrado sus metas? La causas del fracaso son dos: falta de preparación y falta de continuidad. Quienes hoy tienen la casa de sus sueños no es porque ésta apareció una mañana bajo sus pies de manera espontánea. Lo que hicieron fue pagar un precio pequeño todos los días. Digamos que pagaron un ladrillo cada día...